Morir de Amor. Jornadas del Orgullo LGTBI 2017, Sevilla.

Este año de nuevo la asociación de ilustradores de Sevilla, Garabattagge Ilustra, ha organizado una bellísima exposición de ilustraciones de algunos poemas seleccionados por las jornadas del Orgullo LGTBI en mi ciudad, Sevilla. Han contado conmigo nuevamente, y yo como no, y contentísima por ello, puse toda la carne en el asador para ilustrar por partida doble; ya que esta vez además de la ilustración primera del poema que aquí muestro, y la cual realizara  en la tranquilidad de mi hogar, tenía la "misión", de realizar otra en directo en una de las avenidas mas importante de la ciudad. Tras sudar mucho, tanto por el calor como por los nervios, resultó una experiencia de lo mas agradable ya que se juntaron allí amigos, paseantes y familiares que me acompañaron amablemente a pasar el "trance", cosa que agradezco.

Tras decir todo esto, quisiera decir que es un orgullo para mí que cuenten conmigo para esto, porque estoy orgullosa de esos familiares y amigos que un día dijeron: oye, que yo soy y siento así. Y es mi manera de abrazarlos. Y es que no entiendo a estas alturas de siglo y año en el cual vivimos  que se etiquete tanto, que haya prejuicios, o que a día de hoy se cuestionen las maneras de querer ; como si uno lo eligiera como el que elige un jersey. No me cabe en la cabeza que algo "deba ser así", no me cabe en la cabeza la norma establecida ( ¿por quién?), no me cabe en la cabeza que unos sí, y unos no, no me cabe en la cabeza que aún nos clasifiquen por colores, y que si haces "tal" tengas cuidado no vaya a ser que luego... Para mí, y me lo han enseñado así en casa, lo mas importante es ser buena persona...como vayas vestido, hables, donde vivas, por donde orines, como te peines, etc, es secundario. 

Firmado: Una mujer que fue una niña que odiaba las faldas, jugaba al fútbol y a las muñecas por igual, y no pasaba absolutamente nada.






DE ‘OTOÑO EN LOS CASTAÑOS’ (1923):
Quiero morir de amor esta tarde en el campo.

Estoy echado solo, con Dios y mi poesía,
sobre la tierra húmeda del castañar que el viento
del otoño descrencha con su peine de frío.
Mátame dulcemente, muerte que nos acechas:
ven ahora callada, ven ahora, callada
por el sendero, ahora que el corazón me tiembla
de amor, que todavía puedo darlo sangrante
y destrozado pero como una fuente puro.
Ven que quiero contarte esta tarde en el campo,
a ti, que sólo tú podrías consolarme,
todo el amargo cauce de mi llanto secreto,
a ti, que eres la única confidente que calla.
(...)
Pablo García Baena.













JULIETA VALERO
(1971)

DE ‘ANUNCIACIÓN’

(...)
cuando entonces
cuando esto
cuando los objetos no tengan a nadie que los reconozca o tú
y yo seamos un libro y una caja china que ha inventado
el silencio
el silencio como perfección del más doloroso de los gritos
cuando el olvido siga constituyendo al mundo como es su
deber, su compost, su premura
seguirás de pie en nuestra cocina, escuchando a las cebollas,
la frente perlada de generosidad y de viajes al centro de
la Tierra. La mujer que le lee sus derechos a la belleza.
Nuestro hijo ahí.